Nacionales, Política, Justicia Fabio Lozano Uribe Nacionales, Política, Justicia Fabio Lozano Uribe

La papa caliente del "no"

Nadie se esperaba el desenlace electoral del plebiscito; ya sea porque se amañaron las encuestas o porque, de dientes para afuera, la gente dijo “sí” pero votó “no”. ¿Quién sabe? El caso es que nadie tenía una estrategia planeada para proponerle a Colombia ante la presente eventualidad y es en ese limbo que nos encontramos hoy: buscando culpables donde no los hay y respuestas donde nadie las tiene. Al menos reconocemos el triunfo de quienes no avalaron los acuerdos concluidos en La Habana, la derrota de los que pensaron que estaban en juego la paz y la guerra y la realidad de que ante tantas dudas, la mayoría de los colombianos se abstuvo de votar.

Con cajas destempladas el Presidente Santos salió, en una alocución de tres minutos, a garantizar su esfuerzo por seguir batallando la paz y sus esbirros impávidos lo apoyaron con su presencia. No propuso nada, no tranquilizó a nadie, sólo desvió la mirada hacia un punto neutro y buscó no comprometerse con ninguna solución factible pues, indudablemente, nunca pensó en perder el tire y afloje con los colombianos en las urnas; pensó, dentro de su bien conjugado poder político y mediático, que bastaba polarizar la contienda entre el “sí” de la paz y el “no” de la guerra, para tratarnos como borregos en un carrusel. Opciones B, ni C, fueron contempladas y por eso el vacío actual de propuestas proactivas por parte del Estado.

Alvaro Uribe Vélez con su pecho de pavorreal, henchido, no tiene nada que proponer, tampoco. Salvo alguna amnistía al tenor de las auspiciadas por su gobierno, el Centro Democrático no puede apoyar una renegociación porque, esto, sería reconocer los diálogos que vituperó con tanto empeño. No puede sugerir su desmonte porque pasar de salvador a mercenario no es su estilo, él prefiere escudarse en su retórica y retardar los procesos hasta que los compromisos los adquieran sus lugartenientes y sean ellos mismos los que incurran en el desgaste político o en las ilicitudes. Él es un hombre a la sombra de si mismo y sabe que entre más esté “la pelota en su cancha” -como dicen los medios- más puede distraer a la opinión colombiana de la podredumbre que arrastra el cauce de sus acciones públicas y privadas.

Ante el descalabro, Humberto de la Calle decide renunciar, como David Cameron después de los resultados del Brexit, con la diferencia de que este último contempló la derrota y anunció, de antemano, su posible dimisión. A De la Calle tampoco se le ocurrió la posibilidad de perder; con un acuerdo tan ladrilludo que llevaría años dilucidar, con un umbral que había vencido hasta la lógica matemática, con un acuerdo ya firmado, con la anuencia de tanto jurista e internacionalista de varias latitudes, con todas las encuestas del país a su favor y enceguecido por opiniones altisonantes, como: “es el acuerdo más completo del mundo” o “es una verdadera obra de arte”, no pensó en la posibilidad de una alternativa, ni siquiera discursiva, que contemplara el rechazo de los colombianos a lo pactado, bajo su dirección, con las Farc.

De igual forma, Timochenko, ni Iván Márquez saben qué decir, ni qué hacer. Cualquiera hubiera pensado que, al otro día, retomarían sus cambuches en el monte, pero la ilusión de tanta comodidad, para quienes han subvertido y arrodillado a la ley, los obnubiló y siguen prometiendo una paz que, en cierto momento, pensaron que dependía de ellos. Les cuesta trabajo entender que Colombia quiere que paguen por sus crímenes y que se sometan, con un mínimo de humildad, al escrutinio de la verdad y de la historia; ¿o es que pensaron que se las íbamos a dejar así de fácil, en virtud a que el Presidente Juan Manuel Santos necesita mostrar algún logro de su gobierno o a que pasaron de terroristas a políticos, con los solos aplausos que recibieron en Cartagena?

Los colombianos, salvo pedir una justicia que no llega ni cojeando, tampoco sabemos cómo reaccionar a la negativa del plebiscito por coadjuvar con la reinserción de las Farc a un bienestar jurídico e institucional inmerecido. Podemos rodear al Presidente, es cierto, pero ¿en torno a qué? o podemos dejar que nos pasen por la faja y se aplique un acuerdo ya firmado y en ciernes de cumplirse, pero ¿a qué costo? Una imposición de un grupo alzado en armas, al margen de la ley, sería un golpe a la democracia, la que se sostiene gracias a que la decisión del pueblo debe ser acatada como prioridad número uno. El sino de Colombia parece ser el de la ambivalencia ¿Por qué no cumplirle a los abstencionistas y resolverles las dudas? ¿Por qué no retomar el Acuerdo desde el momento en que se salió de madre? Porque suponemos, los colombianos, que en algún momento las Farc estuvieron dispuestas a entregar mucho más de lo que les fue concedido ¿o no?


Leer más
Nacionales, Política Fabio Lozano Uribe Nacionales, Política Fabio Lozano Uribe

Relativamente sí, relativamente no

A qué horas se volvió el apoyo o rechazo a los acuerdos de paz, concluidos en la Habana, en una diferencia de absolutos, entre el sí y el no, la paz o la guerra; el tarjetón del plebiscito debe contemplar, en aras de limar asperezas, entre los colombianos, otras casillas que contribuyan a clarificar el proceso. Aquí se sugieren algunas propuestas y una aproximación, por cada opción, al perfil de los votantes:

Tal vez sí: Indecisos pro-activos. Parejas -en su mayoría- jóvenes y con hijos que están al tanto de las negociaciones y sus resultados, que no están de acuerdo con las arbitrariedades políticas y jurídicas, del proceso, pero que sienten como un deber paterno-maternal, el de apoyar cualquier posibilidad que mejore el futuro de su descendencia.

Tal vez no: Indecisos con miedo. Personas de más de cincuenta años que creyeron en otros diálogos, publicitados, también, como únicos, históricos y portadores de la tan mentada paz; que recuerdan a Carlos Pizarro envolver su pistola, en la bandera y entregarla en Caloto, Cauca; y que tienen esa inocultable sensación de que el gobierno los está volviendo a manipular.

Sí calificado: Expertos en relaciones internacionales, política y gobierno, que reconocen los esfuerzos de un proceso de tal magnitud y quienes consideran que este Acuerdo, en particular, es de los más completos del mundo. Sustentan la idea de que las víctimas son las más interesadas en “perdonar” con tal de que se acabe el horror de la guerra.

No calificado: Expertos en relaciones internacionales, política y gobierno, que han estudiado el fracaso de otros procesos similares y señalan que el nuestro es un acuerdo insostenible que acentúa el desequilibrio de la justicia y que privilegia una nueva impunidad. Insisten que los que dicen “perdonar” es sólo para acogerse a la reparación de las víctimas.

Sí total: Convencidos por razones espirituales. Personas descomplicadas, que no necesitan argumentos, porque no tienen dudas: la humanidad existe gracias a una cadena universal de acciones positivas y ellos hacen parte de ésta. Consideran, además, que su voto hace parte del universo holístico que sostiene y purifica el mundo.

No total: Victimas imposibilitadas de otorgar el perdón; que rechazan cualquier reparación, porque consideran que su dolor no puede ser comprable, ni subsanable, con ningún ofrecimiento material. Personas que piensan que la única paz posible, es la idea -extraña y difusa- de que los criminales paguen, con cárcel, por sus delitos.

Sí rotundo: Santistas por conveniencia y vocación; miembros de la burocracia administrativa actual y otro tipo de personas naturales y jurídicas cobijadas por el dulce y tibio sabor de la mermelada. Inclúyase, también, a Humberto de la Calle, Iván Márquez, demás miembros del equipo negociador y familiares hasta en un tercer grado de consanguinidad.

No rotundo: Uribistas fanáticos. Personas cegadas por la oratoria y el proselitismo del líder; seguidores que confunden a dios con Alvaro Uribe Vélez y que se acogen a una única verdad, política y racional, que dice: “¡Corrupto es el que se deja coger!”. Son borregos de bancada, que agachan la cabeza y mueven la cola al unísono.

Sí bendecido: Personas que tienen fe en el Acuerdo y lo consideran un anexo del Nuevo Testamento que nos va a salvar del apocalipsis. Tienen en su casa la imagen del Divino Niño, con la cara de Santos; pegan estampitas, de Iván Márquez y Humberto de la Calle, frente a las veladoras y estarían dispuestos a canonizarlos.

No sin bendecir: Alzados en armas de los demás grupos guerrilleros, personas que viven del delito y que piensan que: “En río revuelto ganancia de pescadores”. Se sienten vulnerables por la inclusión en el Acuerdo de una “Comisión Nacional de Garantías de Seguridad para el desmantelamiento de las organizaciones criminales (…)” y eso los asusta.

Sí en las rocas: Gente feliz, convencida de que no hay mejor momento que el presenta para dar los primeros pasos hacia un paz definitiva. Personas echadas para adelante, embebidas de vida, que creen en la buena voluntad del proceso y de sus actores; que sienten, por fin, un futuro promisorio, tranquilo y próspero para las nuevas generaciones.

No al gratín: Gente honesta y analítica que piensa que Colombia es una democracia justa e igualitaria, en la que la bondad no puede ser afectada o mínimamente determinada, por las fuerzas del mal. Personas que piensan que la política colombiana ya está lo suficientemente contaminada como para añadirle otra clase de corruptela.


Leer más

BLOG


CONCIENCIA FICCION


Este no es un blog periodístico. Es un blog iconoclasta y escrito desde los intestinos que es donde los pensamientos suceden antes de subir al cerebro.


El ombligo de Sor Teresa de Calcuta

El ombligo de Sor Teresa de Calcuta

Artículos publicados:

Winonavirus: el último contagio

Winonavirus: el último contagio

Un virus con corona

Un virus con corona

La cruz de Dilan

La cruz de Dilan

Crónica de un Paro anunciado

Crónica de un Paro anunciado

Bogotá lesbiana

Bogotá lesbiana

Revista Semana es, ya, otra cosa

Revista Semana es, ya, otra cosa

Cien capítulos de soledad

Cien capítulos de soledad

El amor como purgante

El amor como purgante

Los Petrificados

Los Petrificados

Carrasquilladas

Carrasquilladas

Iván Duque: buen mediocampista, mal arquero

Iván Duque: buen mediocampista, mal arquero

Ser Jíbaro Paga

Ser Jíbaro Paga

La felicidad está sobrevalorada

La felicidad está sobrevalorada

El anómalo Ordóñez

El anómalo Ordóñez

La Consulta Anticorrupción debió ser más humana que política

La Consulta Anticorrupción debió ser más humana que política

El Duque que se convirtió en Rey

El Duque que se convirtió en Rey

Hugh Hefner: un lobo disfrazado de satín

Hugh Hefner: un lobo disfrazado de satín

Trump: el payaso que se quitó la nariz

Trump: el payaso que se quitó la nariz

La papa caliente del no

La papa caliente del no

Relativamente sí, relativamente no

Relativamente sí, relativamente no

Messiánico

Messiánico

Si mis padres fueran homosexuales

Si mis padres fueran homosexuales

La Lógica Timochenko

La Lógica Timochenko

El último vendedor ambulante

El último vendedor ambulante

La paz se afirma. no se firma

La paz se afirma. no se firma

Peñalosa elevado

Peñalosa elevado

Natalia Springer o el poder de las feromonas

Natalia Springer o el poder de las feromonas

San Diomedes

San Diomedes

Santiuribismo vs. Urisantismo

Santiuribismo vs. Urisantismo

Dios pocopoderoso

Dios pocopoderoso

Petro El Grande

Petro El Grande

Rasmus Polibius en Bogotá

Rasmus Polibius en Bogotá

Pardo: el comodín

Pardo: el comodín

¿Cincuenta sombras de qué?

¿Cincuenta sombras de qué?

Las bondades de Pretelt

Las bondades de Pretelt

La Candy Crush Saga

La Candy Crush Saga

El efecto Uber

El efecto Uber

Racatapún chin chin

Racatapún chin chin

Acatemos el Fallo de La Haya

Acatemos el Fallo de La Haya

Paz mata Justicia

Paz mata Justicia

No todas las pereiranas juegan fútbol

No todas las pereiranas juegan fútbol

Defensa de Petro

Defensa de Petro

Desnudez olímpica y minusválida

Desnudez olímpica y minusválida

La parte cula de dios

La parte cula de dios

Alejandra Azcárate: flaca por fuera y gorda por dentro

Alejandra Azcárate: flaca por fuera y gorda por dentro

Gaviria el hijo de Gaviria

Gaviria el hijo de Gaviria

Samuel Nule Uribito

Samuel Nule Uribito

Carta urgente a Fernando Corredor

Carta urgente a Fernando Corredor

Fiesta a la brava

Fiesta a la brava

Margarita y Mateo: los mató la felicidad

Margarita y Mateo: los mató la felicidad

Alvaro Uribe reemplazaría a Leonel Alvarez

Alvaro Uribe reemplazaría a Leonel Alvarez

Los caballeros las preferimos inteligentes

Los caballeros las preferimos inteligentes

La muerte es una invitación al silencio

La muerte es una invitación al silencio

Caso Concha: le creo a Lina María Castro

Caso Concha: le creo a Lina María Castro

El Partido de la Ubre

El Partido de la Ubre

¡Bienvenidos a Petrópolis!

¡Bienvenidos a Petrópolis!

Ojalá se muera pronto García Márquez

Ojalá se muera pronto García Márquez

El aborto recreativo: idea para un proyecto de ley

El aborto recreativo: idea para un proyecto de ley

El biógrafo de Gadafi es colombiano

El biógrafo de Gadafi es colombiano

Me comprometo a matar a Nicolás Castro

Me comprometo a matar a Nicolás Castro

Candidatos Revertrex

Candidatos Revertrex

Los nietos de la dictadura

Los nietos de la dictadura

Las gemelas Torres

Las gemelas Torres

Gina’s Number One Fans

Gina’s Number One Fans

La Reina de Paloquemao

La Reina de Paloquemao