Uruguay

Mario Benedetti

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Rostro de Vos

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón

tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor

sin un tamblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos

estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición

mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos

pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada

las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada
ya mi rostro de vos
cierra los ojos

y es una soledad
tan desolada.


Hagamos un Trato

Cuando sientas tu herida sangrar
cuando sientas tu voz sollozar
cuenta conmigo.
(de una canción de CARLOS PUEBLA)

Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
                 es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.


Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido
                     y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
                 viceversa.


Ultima Noción de Laura

A Ana María Picchio

Usted martín santomé no sabe
cómo querría tener yo ahora
todo el tiempo del mundo para quererlo
pero no voy a convocarlo junto a mí
ya que aun en el caso de que no estuviera
todavía     muriéndome
entonces moriría
sólo de aproximarme a su tristeza

usted martín santomé no sabe
cuánto he luchado por seguir viviendo
cómo he querido vivir para vivirlo
pero debo ser floja incitadora de vida
porque me estoy muriendo       santomé

usted claro no sabe
ya que nunca lo he dicho
ni siquiera
esas noches en que usted me descubre
con sus manos incrédulas y libres
usted no sabe cómo yo valoro
su sencillo coraje de quererme

usted martín santomé no sabe
        y sé que no lo sabe
        porque he visto sus ojos
        despejando
        la incógnita del miedo

no sabe que no es viejo
que no podría serlo
en todo caso allá usted con sus años
yo estoy segura de quererlo así

usted martín santomé no sabe
qué bien qué lindo dice
                                       avellaneda
de algún modo ha inventado
mi nombre con su amor

usted es la respuesta que yo esperaba
a una pregunta que nunca he formulado
usted es mi hombre
         y yo la que abandono
usted es mi hombre
         y yo la que flaqueo

usted martín santomé no sabe
al menos no lo sabe en esta espera
qué triste es ver cerrarse la alegría
sin previo aviso
                             de un brutal portazo

es raro
pero siento
                    que me voy alejando
de usted y de mí
que estábamos tan cerca
de mí y de usted

quizá porque vivir es eso
es estar cerca
y yo me estoy muriendo
                                          santomé
no sabe usted
qué oscura
                     qué lejos
                                       qué callada

usted
martín  
martín cómo era
los nombres se me caen
yo misma estoy cayendo

usted de todos modos
no sabe ni imagina
qué solo se va a quedar
mi muerte
sin
su
vi
da.


Táctica y Estrategia

Mi táctica es
                     mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
                     hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo      ni sé 
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
                     ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
                      ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
                                 simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
ni sé cómo      ni sé
con qué pretexto
por fin
                 me necesites. 


No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
               no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
            pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
                  entonces
no te quedes conmigo.


Te Quiero

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

 
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Juana de Ibarbourou

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Días sin Fe

El navío de la esperanza
Ha olvidado los caminos claros de mi puerto.
El agua cóncava de la espera sólo refleja
La blancura caliza de un paisaje sin ecos.

Sobre los cielos lisos
No pasan nubes en simulacros de ríos y de parques
Y el buho pesado del tiempo
Se ha detenido en la proa inmóvil de mi nave.

No tengo fuerzas para arrancar el ancla
Y salir al encuentro del barco perdido.
Una mano ha echado raíz sobre la otra mano.
Los ojos se me cansan por los horizontes vacíos;
Siento el peso de cada hora
Como un racimo de piedra sobre el hombro.

¡Ah!, quisiera librarme ya de esta cosecha
Y volver a tener los días ágiles y rojos.


El Gesto Mío

Fulgura tal cantidad de estrellas esta noche, que me pregunto cómo puede haber en el cielo espacio para tanto lunar de oro. Tal vez por eso, a ratos, algunas se desprenden, quizás empujadas por las otras, que quieren sitio y cruzan la alta sombra como una larga flecha rubia. Yo no me canso de mirar y mirar el cielo esta noche. E inconscientemente, cuando veo desprenderse una estrella, alargo la mano con la absurda pretensión de apresar a la vagabunda. ¡Ay! ¡Es un gesto muy mío éste de tender siempre las manos hacia las cosas más imposibles!


El Grito

La noche cálida como una axila
Y el mar espejeando en la sombra.
El grano rubio de los luceros
Se muele en la eterna tahona.

Y cae la harina misteriosa de la luz
Sobre el agua ágil y ronca.

En la orilla, espectadora ávida,
Devoro con los ojos el manjar divino
Negado a mi boca amarga.

Un canto de marineros
Hace aguda la noche redonda

Yo muerdo un deseo imposible
Sentada en la rueda de las sombras.

Y doy un grito, un grito filoso
Para cortar el cable que me ata a una tierra
¡A una sola tierra!
De la que conozco hasta el polvo
Que baila en los vientos.
(Los vientos tienen olor
A paja brava y a selva.)

El grito inútil cae en el mar
Como una gaviota herida en las alas
¡Noche, noche tropical,
Que no has querido cercenar mi amarra!


El Nido

Mi cama fué un roble
Y en sus ramas cantaban los pájaros.
Mi cama fué un roble
Y mordió la tormenta sus gajos.

Deslizo mis manos
Por sus claros maderos pulidos,
Y pienso que acaso tocó el mismo tronco
Donde estuvo aferrado algún nido.

Mi cama fué un roble.
Yo duermo en un árbol.
En un árbol amigo del agua,
Del sol y la brisa, del cielo y del musgo,
De lagartos de ojuelos dorados
Y de orugas de un verde esmeralda.

Yo duermo en un árbol.
¡Oh, amado, en un árbol dormimos!
Acaso por eso me parece el lecho,
Esta noche, blando y hondo cual un nido.

Y en ti me acurruco como una avecilla
Que busca el reparo de su compañero.
¡Que rozongue el viento, que gruña la lluvia!
Contigo, en el nido, no sé lo que es miedo.


La Luna

Cuando miro la luna brillante, nodriza de los soñadores, pienso:
-Como una madre, ella ha de buscarme y de reconocerme entre la multitud de sus hijos. Como una madre, ella sabrá lo que he soñado y lo que sufrido bebiendo su clara leche fluida. Mas he de morir luego. La tierra pegajosa e impenetrable se ceñirá a mi cuerpo y carcomerá mis sienes. ¡Y entonces será inútil que la buena aya se afane por hacer llegar hasta mí el pezón dulce e inagotable de su rayo!


Mujer

Si yo fuera hombre, ¡qué hartazgo de luna,
De sombra y silencio me había de dar!
¡Cómo, noche a noche, solo ambularía
Por los campos quietos y por frente al mar!

Si yo fuera hombre, ¡qué extraño, qué loco,
Tenaz vagabundo que había de ser!
¡Amigo de todos los largos caminos
Que invitan a ir lejos para no volver!

Cuando así me acosan ansias andariegas
¡Qué pena tan honda me da ser mujer!

 
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